domingo, 23 de abril de 2023

La sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha y sin defecto

 Epístola I de San Pedro 1,17-21.


Queridos hermanos:

Y ya que ustedes llaman Padre a aquel que, sin hacer acepción de personas, juzga a cada uno según sus obras, vivan en el temor mientras están de paso en este mundo.

Ustedes saben que fueron rescatados de la vana conducta heredada de sus padres, no con bienes corruptibles, como el oro y la plata,

sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha y sin defecto,

predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos para bien de ustedes.

Por él, ustedes creen en Dios, que lo ha resucitado y lo ha glorificado, de manera que la fe y la esperanza de ustedes estén puestas en Dios.

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