martes, 18 de abril de 2023

La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma

 Libro de los Hechos de los Apóstoles 4,32-37.


La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos.

Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima.

Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían

y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades.

Y así José, llamado por los Apóstoles Bernabé -que quiere decir hijo del consuelo- un levita nacido en Chipre

que poseía un campo, lo vendió, y puso el dinero a disposición de los Apóstoles.

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